Las bodegas para residuos hospitalarios, cuentan con ventilación natural, mediante celosías en la parte superior, la parte inferior tiene un piso liso e impermeable, que permite lavar la superficie cuando existan derrames de residuos o al realizar mantenciones generales a la bodega.
Además cuenta con un drenaje, que permite vaciar los líquidos resultantes. El cierre perimentral permite el acceso solamente a personal autorizado.
La bodega se dimensiona según la necesidad específica del recinto de atención de salud.